miércoles, 14 de enero de 2009

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Para Solicitar información y cotización en linea de los ionizadores de agua alcalina, visita nuestra pagina web : www.verdeazulplanet.com

lunes, 5 de enero de 2009

AGUA ALCALINA IONIZADA


ionizadores de agua con el siguiente Link: http://www.actiweb.es/fuentevital/
COLOMBIA

Sano con agua alcalina ionizada en la vida diaria.
En desarrollo de las Investigaciones, los Científicos Japoneses confirmaron que el consumo del Agua Alcalina ayuda al organismo a eliminar los deshechos ácidos, que produce el proceso natural de la digestión. Si estos deshechos no se eliminan de manera rápida, hacen que el pH de la sangre se altere creando así todo tipo de problemas. Comprobaron que al tomar entre 5 y 6 vasos de Agua Alcalina diariamente, el organismo preserva su equilibrio al mantener la sangre ligeramente alcalina, que es su estado natural. El consumo diario de 1 a 2 litros de agua alcalina ionizada, fomenta la vitalidad física y mental y se eliminan impurezas ácidas.


LA FUENTE DE LA ETERNA JUVENTUD
La fuente de la eterna juventud es una realidad y así se comienza a considerar al Agua Alcalina Ionizada. En los estudios realizados por Investigadores Americanos al pueblo Unza, localizado en las montañas de los Himalayas, en la India, se descubrió que la razón de su longevidad, viven más de 120 años, saludables y activos, se debe al consumo de Agua Alcalina. Resulta que a la altura que viven, más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, el agua que utilizan viene de los glaciares (hielo y nieve derretida) con un pH de 14, lo cual indica una alta alcalinidad y por lo tanto, un contenido elevado de Oxígeno. Su consumo hace que todos los deshechos que produce el organismo al quemar los alimentos para su nutrición, se eliminen de una manera rápida y efectiva, manteniendo el equilibrio del organismo.

De acuerdo a lo que se conoce como el Principio Único del Orden del Universo, conocido en la antigüedad por la Medicina del Lejano Oriente, la Vida es Alcalina y la muerte es Acidez. La calidad de Vida depende del equilibrio entre ácido y alcalino, tal como lo vienen confirmando los últimos descubrimientos de los Científicos tanto en Occidente como en Oriente. El departamento de Medicina de la Universidad de San Francisco, en California (EU) ha producido varios estudios de sus Investigadores desde 1996, en los cuales señala la importancia vital de la relación sodio (alcalino) / potasio (ácido) para el funcionamiento normal del cuerpo y en especial, para que las células del cuerpo no envejezcan.

grandes descubrimientos en la Nutrición Celular del Tercer Milenio, basado en la Nueva Biología del Dr. Robert O. Young , y el Milagro del pH. Quien postula que el Cuerpo Humano es Alcalino en Diseño y Acido en su Función. Quien sostiene que existe solo un enfermo y una Enfermedad que es causada por la Hiperacidificaciòn de la Sangre y los Tejidos, debido a nuestra manera equivocada de Vivir, De alimentarnos y de pensar. ALKALINO=SALUD. no hay escapatoria

1. El Agua Ionizada es el Antioxidante Natural
El agua alcalina, ionizada, actúa como un poderoso antioxidante natural.Debido a que alrededor de un 60% de peso del cuerpo humano es agua, es importante analizar qué tipo de agua nos es de mayor beneficio.

El agua ionizada, sin tener un potencial de reducción de oxígeno, ORP, negativo y al producir iones de hidroxil ayuda a la producción de oxígeno, neutraliza los dañinos radicales libre, aumenta nuestro nivel de energía, corrige el balance ácido-alcalino, hidrata las células y, en términos generales, reduce muchos de los síntomas del envejecimiento.

Millones de dólares son invertidos en antioxidantes tales como las vitaminas A, C y E, sin embargo se gastan millones también en agua embotellada que es sobre 100 veces más ácida que el agua regular y no puede ser ionizada porque ha sido desprovista de todos los minerales que nos benefician.

Lo que las vitaminas A, C y E tienen en común con el agua ionizada es que son capaces de cargar oxígeno con un electrón adicional. Estos iones de hidroxil que contiene el agua ionizada encuentran y neutralizan los radicales libres, lo cual es muy importante debido a que los radicales libres ocasionan daño a nuestras células y promueven enfermedades, y envejecimiento prematuro. Cuando los iones de hidroxil, actuando como antioxidantes, neutralizan los radicales libres el resultado es un cuerpo rico en oxígeno y rebosante de energía.

En nuestro mundo moderno, los niveles de oxígeno se agotan debido a la tensión nerviosa, la contaminación ambiental, la dieta y falta de ejercicio. El oxígeno ayuda a destruir las células cancerosas, remover los desperdicios, transportar los nutrientes y contribuye además a resistir las bacterias y virus que invaden el cuerpo. Un vaso de agua ionizada a primera hora en la mañana es una forma maravillosa de comenzar el día.

Un alto potencial de reducción de oxígeno, ORP, tal como se encuentra en la mayor parte del agua embotellada y del grifo, crea oxidación y acelera el proceso de envejecimiento. En comparación, cuando se consume agua limpia, oxigenada, se está bebiendo un antioxidante poderoso y natural que nos renueva a nivel celular. Es alarmante la cantidad de dinero que gastamos en doctores, pastillas y cosméticos mientras por otro lado contribuimos a la acidez y deshidratación de nuestros cuerpos.

Si usted hace jugo fresco, orgánico, recibe un antioxidante de 250 ORP, mientras que el agua ionizada con un ionizador de Jupiter Science le alcanza eso y más ( -800 mv ORP) , ADEMÁS usted podrá consumir y disfrutar toda el agua que necesite durante el día sin ningún efecto secundario negativo.

Si aún está adicto a la cafeína, etc., debe probar el agua ionizada. No sólo va a estar tomando algo mucho más saludable sino que el agua ionizada también le va a sacar el sabor mucho mejor que el otro tipo de agua.

Cuando se almacena agua por más de un día, se “muere”. Al beber agua ionizada, antioxidante y colmada de oxígeno, directamente de su ionizador, se alcanza el mayor beneficio.

Si usted observa cómo fluye lentamente, va a notar que su vaso está lleno de cientos de burbujas diminutas. Estas burbujitas son los iones de hidroxil que tienen una carga de ORP negativa.

2. Agua Ionizada es Agua Alcalina
El agua ionizada le ayuda a balancear el pH de su cuerpo. En general, nuestros cuerpos se encuentran fuera de balance y se tornan ácidos. Sentirse cansado/a, débil, inquieto/a, frustrado/a, sobrecogido/a, confundido/a o desenfocado/a pueden ser síntomas prematuros de que nuestros cuerpos no están siendo capaces de lidiar con la sobrecarga de toxinas.

Un cuerpo demasiado ácido provee el ambiente ideal para desarrollar enfermedades. Nuestros cuerpos tratan de reducir el efecto de excesiva acidez robando el calcio de nuestros huesos, y el magnesio que necesitamos para la salud de nuestro corazón. El cuerpo convierte los desperdicios ácidos en sólidos y los almacena, lo cual resulta en el endurecimiento de las arterias y el peso excesivo. El cuerpo almacena depósitos en las coyunturas que crean gota, inflamación y entumecimiento. Al romperse los canales de comunicación de nuestro cuerpo, pueden surgir células cancerosas, los órganos se encogen y se degeneran.

Por ser muy alcalina, el agua ionizada disuelve los desperdicios ácidos acumulados en el cuerpo y ayuda a restaurar el balance. Mantener su cuerpo alcalinizado es primordial en la estrategia de defensa contra cualquier enfermedad.

El agua ionizada es sobre seis veces más hidratante que el agua convencional.

El agua ionizada es muy diferente al agua almacenada en botellas y represas. Por miles de años, hemos estado entrenados a generar agua para beber que nos llega luego de haber estado en movimiento, saltando entre cientos de rocas, y libre de químicos.

En muy pocos lugares del mundo puede aún disfrutarse en estado natural, de los beneficios de un agua limpia, segura, y naturalmente ionizada. Ahora consumimos agua alcalina de nuestros ionizadores que nos proveen de los mismos beneficios en nuestro hogar. Con el agua ionizada, los racimos de moléculas de agua disminuyen en tamaño y cambian de forma al convertirse en hexágonos. Esta nueva forma y tamaño permite que las moléculas de agua pasen a través de los tejidos de nuestro cuerpo con más facilidad.

Además, cuando los minerales esenciales alcalinos se ionizan, el cuerpo puede absorber y usarlos más eficientemente. En comparación, consumir agua destilada, o de osmosis invertida, ocasiona deficiencias minerales y amenaza la habilidad del cuerpo de absorber suplementos minerales por llevarle a un estado ácido en exceso.

El Agua Ionizada Mejora el Sabor y Calidad de los AlimentosDebido a que el agua ionizada hidrata mejor los alimentos, puede derivarse de ellos más sabor y beneficios. Se reduce el nivel de ácido.

El agua ácida ionizada es magnífica para el cutis y la picazón en el cuero cabelludo

El cutis es un órgano ácido por naturaleza. Quienes usan agua ácida regularmente para bañarse y lavarse la cara, tienden a tener una piel más atractiva que quienes usan agua del grifo. El agua del grifo (“hard wáter”) tiende a tener un nivel excesivo de calcio. El aplicar agua ácida (soft) e ionizada a la piel, ayuda a eliminar el exceso de bacterias (reduce el acné y las imperfecciones) y funciona como un astringente, apretando la piel y eliminando arrugas. En los hospitales japoneses, se usa el agua ácida para ayudar a esterilizar heridas, en tratamientos para úlceras y para mantener los hospitales libres de infecciones, bacterias y virus. El agua ácida ionizada puede usarse también para reducir la inflamación y la picazón que ocasionan las picaduras de insectos.
Usos del agua alcalina ionizada

EQUIPOS:IONIZADOR DE AGUA ALCALINA CON ANTIOXIDANTES



Presentando el nuevo Delphi:
El primer ionizador de agua de colocación por debajo del lavabo.
Más fácil de usar que todos los demás ionizadores – con sólo tocar un botón en el panel de control en el grifo Usted puede seleccionar el tipo de agua que desea. El elegante grifo tiene una atractiva ventana digital que le permite usar ambas fuentes de agua – alcalina o acídica – desde la conveniencia de su propio lavabo.

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Qué hace de los nuevos modelos Aquarius y Orion aún más fáciles?Diseño:Hasta ahora, todos los ionizadores tenían el mismo diseño.Mientras que el Aquarius y Orion son idénticos por dentro, lo presentan la opción de dos distintivos exteriores Occidentalizados.El Orion con sus elegantes curvas y chasis de acero inoxidable es ideal para aquellos que buscan una sobria elegancia.
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El Aquarius con su panel frontal, muestra una suave visualización de tonos rojos oscuros que brindan una suave tibiez a cualquier cocina.
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Presentanto el Revolucionario Melody
El ionizador de más ventas en el mundo con la más alta confiabilidad en servicioEste sistema ha sido el “Rey” indiscutible de los sistemas de purificación de agua por más de dos añosEl Nuevo MELODY produce un agua filtrada y alcalinizada. ¿Qué es esto exactamente? Su ionizador emplea energía magnética que se selecciona en el ionizador para realizar una electrólisis a través de los electrodos titanium enlazados con platino patentado dentro de una célula del agua.
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Presentando al super eficaz ionizador : el Neptune
“El último modelo de Jupiter Science, el Neptune, ofrece la alta calidad y eficiencia, confiabilidadLos controles del Neptune han sido diseñados para que concuerden con el diseño de las cocinas Occidentales. El nuevo panel de control es de membrana sellada haciéndolo fácil de limpiar y confiable. Luces computarizadas de precaución/indicación se encienden para advertirle sobre el nivel de IONIZACIÓN, PRESIÓN BAJA Y AGUA CALIENTE.

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Un grupo de investigadores japoneses ha desarrollado un Generador de agua sana, bautizado como ionizador de agua , una vez instalado en el hogar, permite alcalinizar el agua que consumimos para beber y cocinar con un gran de antioxidantes , y producir agua ácida para la higiene, tratar heridas menores o usarlo como plaguicida en agricultura. Es más, otorga al agua -según efectos saludables e, incluso, puede retrasar el envejecimiento.

Estamos hechos en gran parte de agua. Es preciso repetirlo reiteradamente para que lleguemos a asimilar la importancia que semejante información tiene para nuestra salud y nuestras vidas. El 70% del peso de un cuerpo humano es agua (el 80% en el caso de un niño). Y nuestra sangre es en un 90% agua.

¿Puede extrañar pues que el cuerpo humano envejezca y enferme cuando ésta le falta? De hecho, un adulto necesita 2 litros y medio de agua al día para que sus funciones orgánicas se realicen correctamente así que debería beber un mínimo de litro y medio ya que el agua procedente de los alimentos aporta otro litro. Siempre, claro, que se consuma suficiente fruta y verdura; de lo contrario deberá aumentarse en al menos medio litro el agua ingerida. Piénsese que como resultado de las funciones metabólicas normales un adulto expulsa aproximadamente 2 litros y medio de líquido cada día: litro y medio en forma de orina, medio en forma de sudor, 400 cl. con la respiración y 100 cl. con las excreciones. Por tanto, el agua ingerida debe suplir al líquido eliminado para el correcto funcionamiento del organismo. Todo esto indica que el agua es, sin lugar a dudas, el elemento sólido más importante para la supervivencia del ser humano y de la especie en su conjunto. E ignorar esta realidad debido a un sistema educativo obsoleto ha llevado a que millones de personas despilfarren desde su infancia el agua con comportamientos poco solidarios, escasamente inteligentes y, desde luego, nada saludables. Afortunadamente vivimos en un país y un continente que todavía no padece graves problemas de abastecimiento -salvo en ocasiones puntuales- aunque eso podría cambiar en sólo unas décadas. Ya hay en el mundo mil doscientos millones de personas sin acceso al agua potable. Y en países como China, la India e Indonesia mueren dos veces más personas por diarrea -a causa de la insalubridad del agua- que por Sida. Es más, se calcula que 6.000 personas -la mayoría niños menores de cinco años- mueren en el mundo cada día debido a enfermedades causadas por la contaminación del agua a causa de un saneamiento deficiente. Así lo indican los datos del Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos presentado en Tokio el pasado año.
Y en él se vaticina un futuro aterrador porque se afirma que "en la peor de las hipótesis, a mediados del siglo XXI 7.000 millones de personas sufrirán de escasez de agua en 60 países" agregando que "en el mejor de los casos serán 2.000 millones en 48 países". Y todo ello a pesar de que en los últimos 50 años el consumo de agua se ha duplicado en el planeta (no ciertamente en los países menos desarrollados).Y sabiéndolo, ¿se realiza su consumo en el mundo privilegiado con inteligencia? No. Más que consumir se derrocha. ¿Se utiliza como recurso fundamental para el mantenimiento de nuestra salud? Tampoco. La realidad es que la gente, en general, sabe muy poco de los beneficios del agua en la salud. Y, sin embargo, deberíamos aprender que consumir suficiente agua cada día no sólo permite prevenir la aparición de muchas enfermedades sino que además retrasa el envejecimiento tal y como venimos explicando en esta revista desde hace meses.

Aún más: incluso podemos pensar en mejorar la calidad terapéutica del agua que bebemos. Puede hacerse porque la tecnología pone hoy a nuestra disposición los medios necesarios para conseguir que la misma agua que consumimos sea todavía mucho más sana.

GENERADOR DE AGUA ALCALINA IONIZADA
Japón es un país muy industrializado y superpoblado que padece graves problemas de contaminación en sus aguas. De ahí que muchos científicos hayan investigado cómo mejorar la calidad de la misma. Y que uno de los logros sea un ionizador que alcaliniza el agua corriente, tecnología aprobada ya hoy por las autoridades japonesas para su uso terapéutico. pues bien, esa tecnología ya ha llegado a nuestro país. Nos referimos al Generador de Agua Alcalina Ionizada de la empresa Jupier Science. Un aparato que tiene la singularidad de permitir dividir el agua potable corriente que llega hasta el grifo en agua alcalina -apta para el consumo- o en agua ácida –ideal para limpieza y desinfección-. Y todo mediante un dispositivo que permite hacer la elección de forma prácticamente instantánea.

Se lo explicamos: el aparato tiene en su interior dos recámaras, una con un electrodo positivo y la otra con un electrodo negativo -ambos de titanio recubierto de platino- que están separadas por una membrana porosa que permite el paso de minerales pero no de las moléculas de agua. De esa forma, cuando el agua entra en el aparato los minerales alcalinos -entre ellos el calcio, el magnesio, el sodio y el potasio- son atraídos por el electrodo negativo ya que tienen carga positiva. Y los minerales ácidos, de carga negativa, lo son por el electrodo positivo.
Con lo que el aparato concentra en una zona los minerales alcalinos y en otra los minerales ácidos que son los que otorgan la condición de alcalina o ácida al agua. Luego, para evitar una posible confusión, el aparato hace salir el agua alcalina por un grifo y la ácida por una manguera separada. Con lo que ya estamos en condiciones de escoger agua alcalina ionizada para beber o cocinar, o agua ácida no apta para el consumo pero ideal para el lavado de las manos, la limpieza de la comida y los utensilios de cocina e, incluso, para tratar heridas menores por su potencial esterilizador.

Cabe añadir que la diferencia entre un agua alcalina y un agua ácida se define mediante un marcador convencionalmente utilizado: el "pH" (que significa "potencial de hidrogeniones"). ¿Y por qué es importante el grado de acidez o alcalinidad del agua?, supongo que se preguntará el lector. Para explicarlo deberemos sumergirnos en el acuoso interior del ser humano...

EL pH
Todos sabemos que el agua es el mejor disolvente que existe. Pues bien, en el agua potable que consumimos hay un gran número de minerales que son los que definen su acidez o alcalinidad. Y ésta se determina por medio de una escala universal graduada de 0 a 14 siendo 7 el punto correspondiente a la neutralidad. Por tanto, cuando un agua tiene un pH inferior a 7 se dice que el agua -o el líquido que se quiera medir- es ácida, si es igual a 7 se dice que es agua neutra y si es superior a 7 agua alcalina. Dicho esto hay que añadir que el pH normal del líquido extracelular e intracelular de nuestro cuerpo fluctúa entre 7'35 y 7'45. Nuestro organismo, pues, tiende ligeramente a la alcalinidad. Y de ahí que, según los expertos japoneses, consumir el agua del grifo de nuestros hogares -generalmente agua neutra- sea indudablemente saludable... pero que beber agua alcalina lo sea aún más. Y no -afirman- porque tenga un valor nutritivo especial, incremente la energía o tenga valor medicinal -no es así- sino simplemente porque neutraliza el exceso de acidez de nuestro organismo, algo que en gran medida es el causante de muy diversas enfermedades y del proceso de envejecimiento. Vamos a comentarlo.

EL EXCESO DE TOXINAS
En su actividad metabólica diaria todas las células de nuestro cuerpo, al recibir los nutrientes que convierten en energía, producen desechos. Sean alimentos naturales, sea comida basura, siempre se producen desechos al ser asimilados. Y en su gran mayoría esos desechos -que el organismo elimina básicamente a través de la orina, las heces y la transpiración- son de naturaleza ácida. Y de aquí que la orina y la superficie de la piel sean de naturaleza ácida (bueno, en realidad el pH de nuestra orina oscila entre 4.6 y 8 ya que depende de lo que se elimine).
En cuanto a la acidez de la piel ese hecho es positivo porque nos protege de los microbios y virus con los que entra en contacto. Ahora bien, cuando se rompe el equilibrio y nuestro organismo comienza a producir y almacenar más desechos tóxicos de los que puede eliminar se manifiestan diversas dolencias. Y las principales razones de ese desequilibrio suelen ser las siguientes:
-Un estilo de vida sedentario y estresante. Realizamos muy escaso ejercicio, bebemos poca agua y descansamos menos de lo que debiéramos. En suma, llevamos una vida marcada por el estrés y las preocupaciones.
-Una alimentación inadecuada. La mayor parte de los alimentos que se consumen son de naturaleza ácida. Las carnes, pescados y mariscos así como la mayor parte de los cereales son ácidos mientras la mayoría de las frutas y vegetales son alcalinos (aunque los cítricos tienen sabor ácido contienen minerales alcalinos por lo cual también se les considera alcalinos).
-Un medio ambiente contaminado. Es importante saber que mueren muchas más células sanas de nuestro organismo por las sustancias tóxicas contaminantes depositadas en el agua, el aire y la tierra que por muerte natural en el transcurso de los procesos metabólicos.

EL EXCESO DE ACIDEZ, CAUSA DE MUCHAS PATOLOGÍAS
Según los investigadores japoneses, como el organismo tiene que preservar el nivel alcalino de la sangre para poder mantenerse con vida los desechos ácidos que no logra eliminar los convierte en desechos sólidos. Desechos que, cuando se acumulan, acaban compactándose y convirtiéndose en colesterol, ácido graso, ácido úrico, piedras en los riñones y vejiga, uratos, fosfatos, sulfatos, etc. produciendo un gran número de enfermedades. Es decir, taponan las arterias y los capilares provocando una deficiente circulación sanguínea incapaz de realizar la labor necesaria para mantener el organismo en condiciones saludables. Porque cuando se reduce el suministro de sangre a los diferentes órganos y zonas del cuerpo empiezan a aparecer dificultades en el funcionamiento de los mismos. De hecho, hay investigadores que afirman que incluso muchas de as llamadas enfermedades degenerativas están causadas por un exceso de desechos ácidos tóxicos. W. Crile, ex director de su propia clínica en Cleveland (EEUU), sostiene por ejemplo que "no existe la muerte natural. Todas las llamadas muertes por causas naturales son sencillamente el punto terminal de una saturación de acidez en el organismo". Una opinión que junto a la de muchos otros especialistas fue recogida por Mary C. Hogle en su libro "Comidas que alcalinizan y sanan" en el que puede leerse: "Cuando el cuerpo llega a los límites de tolerancia para los desechos tóxicos, tanto en el sistema digestivo como en cualquier otro tejido del organismo, comienza de inmediato un proceso de limpieza que puede tomar varias formas: diarrea, dolores de cabeza, gripes, erupciones cutáneas, abscesos, forúnculos, reumatismo, inflamaciones de los ojos o de otros órganos, cataratas, escalofríos, fiebres u otros síntomas que se conocen como enfermedad aguda. Pero todo esto tiene su origen en una sola causa: la acumulación de desechos ácidos en el organismo." Es más, los suplementos de vitaminas, minerales y otros oligoelementos que se toman muchas veces con la esperanza de mantener o mejorar la salud no son útiles si el organismo está acidificado por un exceso de residuos ácidos.

Pues bien, según los expertos japoneses el agua alcalina puede jugar un papel fundamental en la neutralización de esa acidificación ya que si se toma diariamente ayuda a eliminar gradualmente los desechos ácidos acumulados en el organismo. Y con una clara ventaja sobre cualquier dieta por muy natural que ésta sea ya que no agrega ningún tipo de desechos ácidos en el proceso de metabolización alimentaria.

El agua ácida tiene un número mayor de iones de hidrógeno (H+) que de hidróxido (OH-) -al contrario que la alcalina que tiene más iones de hidróxido que de hidrógeno- y por ello posee también más átomos de oxígeno. De ahí que el agua alcalina sea conocida como agua rica en oxígeno, elemento fundamental para todas las operaciones celulares. Sirva este ejemplo que vale la pena considerar: en un vaso de agua de 300 cc hay aproximadamente 1025 moléculas de agua (H2O). Buen, pues si ese agua tiene un pH alcalino de 10 habría aproximadamente 1021 iones de hidróxido (OH-) y unos 1015 iones de hidrógeno (H+). Es decir, el número de iones de hidrógeno es una millonésima de los iones de hidróxido lo que es casi insignificante. Y es esa gran cantidad de iones de hidróxido la que permite neutralizar los iones de hidrógeno en el cuerpo reduciendo los desechos ácidos.

LOS EFECTOS DEL AGUA ALCALINA
En definitiva, según numerosos estudios realizados en Japón la eliminación de desechos ácidos produce una mejoría sustancial en la salud. De ahí que el consumo de agua alcalina como la producida por el Generador de Agua Sana Jupiter Science proporcione en el cuerpo una ganancia en la alcalinidad con unos beneficios prácticamente inmediatos. Así, según esos estudios,
-Evita las fermentaciones -productoras de toxinas- en nuestros intestinos asociadas a una mala o deficiente calidad de los alimentos.
-Colabora en los casos de diarrea crónica. El Ministerio de Salud Pública japonés confirmó ya en 1965 que el agua alcalina iónica tiene un efecto curativo en la indigestión, la diarrea crónica, las enfermedades del estómago e intestino y el estreñimiento.
-Favorece la digestión de los alimentos.
-Neutraliza la hiperacidez gástrica, origen de gastritis y úlceras gastroduodenales.
-Atraviesa más fácilmente las paredes celulares favoreciendo la alimentación de las células y la eliminación de sustancias residuales en su metabolismo. El proceso de electrolisis rompe los racimos moleculares (cluster) constituidos en torno a las moléculas de agua al adherirse a ellas moléculas de productos contaminantes lo que dificulta las funciones metabólicas. Los cluster de 10-13 moléculas pueden ser reducidos a la mitad mejorando el trasvase de nutrientes entre el exterior y el interior de la célula.
-Combate la acidez orgánica ocasionada tanto por la "comida basura" como por las dietas excesivamente ricas en carne y productos refinados. A medio plazo, los beneficios de beber agua alcalinizada iónicamente se traducen en la prevención de gran número de dolencias: diabetes, asma bronquial, dermatitis, hepatitis, artritis crónica reumática, colesterol alto, síndrome de Meniere, insomnio, obesidad, dolores de espalda, neuralgias, enfermedades del climaterio, hemorroides, disentería crónica, tc.

EL AGUA ALCALINA Y EL CÁNCER
Incluso para sobrellevar una enfermedad tan grave como el cáncer podría ser positivo el uso de agua alcalina. Por su propia naturaleza física un sistema alcalino es rico en oxígeno, la sustancia más esencial para la vida humana. Y hace ya algunas décadas el Dr. Otto Warburg -único médico que ha ganado dos premios Nobel en vida en la misma modalidad- demostró que el cáncer es anaeróbico, es decir, se desarrolla en ausencia de oxígeno libre. Y, consecuentemente, es difícil que pueda desarrollarse en un ambiente de pH alto alcalino y, por tanto, cargado de oxígeno. De ahí que para Warburg el cáncer, además de innumerables causas secundarias, tenga una causa primaria: "La primera causa del cáncer -afirmaría- es el reemplazo de la respiración normal de oxigeno de las células del cuerpo por una respiración celular anaeróbica". Warburg explica que la carencia de oxígeno impide completar adecuadamente el proceso de combustión en la célula por lo que poco a poco se hace imposible la creación de células sanas, quemar energías y eliminar desperdicios. Y en esas condiciones al sistema inmune se le hace cada vez mas difícil resistir los ataques a que está sometido ya que las células y fluidos del cuerpo se intoxican. Obviamente, si permitimos que esa carencia de oxígeno se vuelva crónica el sistema inmune se va agotando y aparece la enfermedad.

Los desechos ácidos depositados en algunas áreas u órganos provocarán la muerte de algunas células cuyos desechos se acaban convirtiendo a su vez en ácidos. Cuando el ácido se acumula en alguna zona del cuerpo (con excepción de los fluidos estomacales, que deben ser ácidos para remover la basura metabólica y digerir los alimentos) ésta se vuelve deficiente de oxígeno y -siempre según Warburg y quienes comparten su visión del cáncer- algunas células podrían adaptarse a ese ambiente y, en lugar de morir -como las células normales hacen en un ambiente ácido, aunque eso suponga la aparición de diversas enfermedades- sobreviven convirtiéndose en células anormales. Células anormales que no responden a los procesos biológicos naturales, crecen indefinidamente sin orden e inician un proceso cancerígeno. Bueno, pues el agua alcalina, al permitir al organismo mantener un nivel interno rico en oxígeno, dificulta también el crecimiento de las células tumorales.

EL AGUA ALCALINA Y EL ENVEJECIMIENTO
Hay estudios científicos que muestran que las células y tejidos de la gente joven tienen 10 veces más enzimas que las de la gente mayor. Y que el entorno ácido perjudica notablemente el trabajo de las enzimas, moléculas proteicas especializadas que aceleran hasta en miles de veces las reacciones bioquímicas de cada célula, tejido, órgano o sistema. Es decir, se trata de sustancias vitales sin las cuales las reacciones químicas necesarias para la vida no tendrían lugar (regulan la temperatura corporal, la contracción muscular, la conducción nerviosa, la excreción de orina, el intercambio de gases en el pulmón, la utilización de oxígeno por la células, el crecimiento y reparación celular, el proceso digestivo...). Pues bien, nuestras enzimas se inactivan si el pH celular se desvía más allá de unos estrechos límites. Y si los niveles de enzimas disminuyen los procesos de reparación celular y de defensa no responden eficientemente con lo que también el proceso de envejecimiento celular se acelera. A todo ello hay que añadir el efecto de los radicales libres sobre nuestro organismo y su cada vez más reconocida influencia en el envejecimiento. Los procesos normales del organismo -como el metabolismo de los alimentos, la respiración o el ejercicio- producen radicales libres, moléculas inestables y altamente reactivas. Su "misión en la vida" es la de remover el electrón que les hace falta de las moléculas que están a su alrededor para obtener la estabilidad. Solo que la molécula "atacada" (a la que "roba" el electrón) se convierte entonces a su vez en un radical libre. Y de esa manera se inicia una reacción en cadena que daña muchas células y descompone las membranas de nuestras células llegando a destruir y mutar su información genética facilitando así el camino para que se desarrollen diversos tipos de enfermedades y nuestro organismo vaya envejeciendo.

Pues bien, el equilibrio en el organismo lo ponen los antioxidantes, sustancias que tienen la capacidad de inhibir la oxidación (proceso de captación de electrones) causada por los radicales libres. De los que unos actúan a nivel intracelular y otros en la membrana de las células, siempre en conjunto para proteger a los diferentes órganos y sistemas. Lo que pasa es que su trabajo se puede ver desbordado cuando, además de con los radicales naturales, tienen que enfrentarse con aquellos procedentes de fuentes externas como la contaminación industrial, el tabaco, la radiación, los medicamentos, los aditivos químicos presentes en los alimentos procesados y los pesticidas, por nombrar sólo los más comunes y los que masivamente nos invaden.
Obviamente el peligro de la oxidación causada por los radicales libres se contrarresta proporcionando al cuerpo antioxidantes para neutralizarlos y prevenir así su acción perjudicial, especialmente las vitaminas C y E, el betacaroteno y el selenio que actúan liberando electrones en la sangre que, al ser captados por los radicales libres, los convierten en moléculas estables. Sin embargo, el agua alcalina tratada por electrolisis puede ser aún mejor solución porque aporta una gran cantidad de electrones libres que pueden bloquear la alteración de las células normales ya que al ser una sustancia de bajo peso molecular y gran dinamismo le permite alcanzar todos los tejidos del cuerpo en un tiempo muy corto.

Según sus creadores, el agua alcalina ionizada producida por el Generador Agua Sana Jupiter Science tiene un potencial oxido-reductor (o "redox") negativo de aproximadamente de -350 a -850 mV -lo que significa que tiene una masa grande de electrones preparados para ser cedidos a los "ladrones" de electrones- mientras que el agua corriente neutra y con un pH de 7 tiene un redox positivo de aproximadamente +400 a +500 mV; y, por consiguiente, está inclinada a adquirir electrones y robarlos de otras moléculas lo que no ayudaría en el caso de los radicales libres. Hay que explicar que el potencial óxido reductor resulta para muchos más importante que el propio pH porque incluso aún cuando pudiéramos alcalinizar el pH del agua corriente con productos como el hidróxido de sodio o acidificarla con cloruro de hidrógeno el redox apenas variaría; sin embargo, a través de la electrolisis el potencial redox del agua alcalinizada puede llegar a ser de -1.000 mV y, por ende, posee una enorme capacidad para generar electrones libres que contrarresten los radicales libres.

VIRTUDES DEL AGUA ÁCIDA
Debemos agregar que el agua ácida con un redox potencial de +700 a +800 mV es un magnífico agente oxidante que permite arrebatar electrones a las bacterias para acabar con ellas. Por tanto, también el agua ácida que proporciona el aparato es muy útil, especialmente como esterilizador, convirtiéndose en un medio ideal para el lavado de las manos y la limpieza de comida o de los utensilios de cocina así como para tratar heridas, quemaduras menores, picaduras de insectos, arañazos, raspaduras y pequeñas escoraciones de la piel.

El agua hiperacidificada ha demostrado ser eficaz –en hospitales japoneses- en el tratamiento de llagas y heridas con infecciones. Pero quizás su aplicación más prometedora esté en el ámbito de la agricultura dónde se ya ha usado eficazmente para matar los hongos de las plantas. Con la ventaja de que como no es tóxica puede aplicarse sin llevar equipos especiales de protección al no representar ningún peligro para la piel o el sistema respiratorio. Ni hay tampoco peligro para el medio ambiente.

Sólo nos resta añadir que basta con dejar correr unos segundos el agua a través del aparato que nos ocupa y ya puede beberse. Eso sí, teniendo en cuenta la alta variabilidad de las condiciones atómicas del agua los efectos alcalinos se mantendrán siempre que se beba de inmediato o se guarde en una botella opaca para ser consumida antes de las 48 horas si se guarda en nevera o antes de 24 si se mantiene fuera pero en algún lugar oscuro. Recuérdelo: beber agua en cantidad suficiente es excelente para la salud. Así que si hasta ahora no lo había hecho comience a hacerlo. Eso sí, vaya aumentando las cantidades con moderación.




LA ENORME IMPORTANCIA DE LA CALIDAD DEL AGUA EN LA SALUD


Muy pocas personas -médicos y autoridades sanitarias incluidas- son realmente conscientes de la importancia que tiene el agua para la salud. Y, sin embargo, es absolutamente vital. Mucho más de lo que inmensa mayoría de la gente pueda siquiera sospechar. Al punto de que muchas de las actuales enfermedades podrían evitarse simplemente bebiendo agua viva alcalina ionizada y estructurada en lugar de esa agua muerta, desestructurada y a veces contaminada -incluyendo la que lleva cloro como desinfectante- que hoy tomamos. Un problema que incluye a la mayor parte de las aguas minerales que se comercializan hoy día

El 75% de nuestro cuerpo al nacer es agua. También lo es el 70% de la Tierra. De hecho, no hay nada más abundante en nuestro planeta. Además, el agua es un constituyente necesario de las células de todos los tejidos animales y vegetales y no puede existir la vida -ni siquiera durante un periodo limitado- en ausencia de agua porque en ella se desarrollan todas las reacciones bioquímicas de los seres vivos.

Sencillamente, el agua es el fundamento de la vida porque la vida ha nacido en ella; es, pues, la base de todo lo vivo. Así lo afirmaba ya el filósofo, matemático y astrónomo griego Tales de Mileto -quien vivió hace más de 2.500 años- llegando a considerarla "el principio de todo lo que existe".Sin embargo, nuestros conocimientos sobre el agua son muy escasos. A nivel popular, apenas sabemos que está compuesta de dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno, y que ha de atravesar una serie de controles y procesos químicos para llegar a nuestro grifo en perfecto estado bacteriológico e higiénico. Y si miramos exclusivamente a través de las gafas de la química puede que eso nos baste para considerar que un agua es saludable. Pero, ¿es eso así? ¿Sabemos realmente lo que bebemos?

LA VIDA EN UNA GOTA
Todo lo que comemos, respiramos o sentimos influye en nuestra salud global. También lo que bebemos y, más en concreto, la cantidad y calidad del agua que ingerimos ya que este elemento cumple funciones vitales en nuestro organismo. Por ejemplo, el agua es fundamental en la eliminación de los residuos, en la reparación de los tejidos y en las secreciones gástricas, además de intervenir en el mantenimiento de una adecuada temperatura corporal, entre otras muchas funciones vitales.
Por tanto, su calidad puede llegar a determinar nuestro buen o mal estado de salud. De ahí que muchos expertos insistan en la trascendencia de saber lo que bebemos, en especial que sea agua alcalina. Y sepa el lector que para muchos de ellos ni la que sale del grifo ni la que compramos en los supermercados y ha pasado numerosos controles y tratamientos de esterilización, desinfección, cloración, filtrado, etc., es un agua de calidad. Afirmación que se justifica por un simple hecho:
Algunos de esos procesos por los que pasa el agua -hasta 250- tienen "efectos secundarios" para la salud. Por ejemplo, la cloración no parece ser el más saludable de los procedimientos de purificación del agua si se tiene en cuenta que el cloro es venenoso, destruye la vitamina E, altera la flora intestinal y puede irritar el estómago.


En realidad, el agua que hoy bebemos está energéticamente muerta, desestructurada y altamente contaminada. No tiene nada que ver con el agua viva, estructurada y de alto poder energético que podía encontrarse en un manantial o el agua alcalina ionizada... hasta hace un siglo. Porque también ésta se ha contaminado a causa de los residuos químicos de nuestra civilización, especialmente por culpa de los derivados del petróleo. La lluvia ácida ha llegado a todas partes contaminando prácticamente el planeta entero. Hoy es difícil -por no decir imposible- encontrar lago, pozo o río -incluidos los subterráneos- que no esté contaminado en mayor o menor medida. Lo más que podemos hacer actualmente es hablar de aguas potables aunque en realidad hasta esas aguas son hoy causa de numerosas enfermedades. Veámoslo.

POTABLE SÍ, PERO ¿SALUDABLE?
Legalmente se considera potable toda agua que cumple ciertos requisitos mínimos. Así, ha de ser incolora, inodora, insípida y recogerse de un lugar también limpio. Y a fin de que no sea origen de enfermedades debe carecer de venenos orgánicos e inorgánicos, microbios y parásitos. De ahí que para cumplir tal requisito el agua extraída del subsuelo, ríos o lagos sea sometida a 250 procesos químicos, biológicos o mecánicos diferentes atendiendo a los criterios legales y sanitarios de cada país. Las impurezas admisibles en el agua de consumo están reguladas por el Real Decreto 140/2003 de 7 de febrero por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano. Y en él se incluye un listado de los diferentes elementos físicos y químicos de las aguas potables y las cantidades admisibles de cada uno de ellos que corresponden a un agua de una "calidad deseable".

Entre esos elementos se citan cloruros, sulfatos, calcio, magnesio, sodio, potasio, aluminio, residuo seco y oxígeno disuelto estableciéndose además los niveles idóneos de pH, conductividad y dureza. La reglamentación también enumera los valores máximos de "las sustancias no deseables" que debe contener el agua de consumo y que son, entre otras, nitratos, amonio, hierro, cobre, fósforo, flúor o bario. A ellas se añaden en el Anexo D del citado decreto "las sustancias tóxicas" y la concentración máxima admisible en el agua de consumo (50 microgramos por litro de agua) y que son arsénico, cianuro, cromo y níquel. Es decir, ¡la propia ley las considera sustancias tóxicas pero admisibles en cierta cantidad! Algo que hace ya dudar a muchos expertos sobre la inocuidad del agua potable que sale de nuestros grifos o que compramos en el supermercado y que, tras pasar por 250 procesos de depuración -incluida la utilización de cloro, un gas venenoso-, poco o nada tiene que ver con el H2O puro. De hecho, cada vez más científicos y médicos denuncian la alarmante baja calidad del agua que se consume en el mundo asegurando que se trata de "agua muerta, desestructurada y, a veces, contaminada por los propios productos y mecanismos que se utilizan para depurarla". No es extraño, pues, que se atribuyan al agua que bebemos el origen de algunas patologías o la razón de que se conviertan en crónicas.

AGUA VIVA, AGUA MUERTA
Es necesario entender antes de seguir que todo objeto y sustancia -tanto natural como artificial- tiene su propio patrón vibratorio. Y que las moléculas del agua no son una excepción a este principio. De hecho, el agua absorbe -por resonancia- las frecuencias de cada materia con la que entra en contacto Dicho de otra forma: el agua tiene memoria ya que almacena la "información" de toda sustancia con la que ha estado en contacto -radiaciones, plantas, colores, etc., incluidos, consecuentemente, metales pesados, fosfatos, productos fitosanitarios, abonos, nitratos, etc. Frecuencias que a veces logran romper su estructura natural convirtiéndola en un líquido energéticamente muerto y físicamente desestructurado que además nos transmite las frecuencias desfavorables que han volcado en el agua las sustancias nocivas con las que ha entrado en contacto en su recorrido previo antes de llegar a nuestra mesa. este respecto, el científico Peter Gross afirma sin paliativos que nuestras aguas potables -tanto las que salen de las cañerías de casa como las embotelladas para su ingesta- están hoy químicamente limpias pero físicamente muertas.


"Actualmente -afirma- el 98% de los hogares occidentales disponen de agua higiénicamente aceptable pero muerta en sentido energético por la presión interna de las cañerías y por los numerosos tratamientos a que es sometida el agua viva, procesos que rompen y desmantelan las ordenadas estructuras que portan la información terapéutica y vital del agua pura".
Una alteración de la estructura molecular que puede provocar numerosas disfunciones orgánicas ya que el agua muerta que solemos beber no cumple bien las importantísimas funciones que desarrolla el agua viva alcalina ionizada en nuestro cuerpo. De ahí que, como plantea Gross, sea tan urgente preocuparnos por consumir agua viva alcalina de los ionizadores , ordenada y estructurada con auténtica calidad biológica.
"Nuestra salud -sentencia- depende de ello". En la misma línea se manifiesta el médico de origen iraní F. Batmanghelidj, autor del libro Su cuerpo reclama agua llorando a voces, en el que explica cómo la deshidratación crónica actual de nuestro cuerpo es la causa de muy variadas enfermedades.

LA DISTRIBUCIPON DEL AGUA EN EL ORGANISMO
Un bebé se compone de un 75% de agua, un hombre adulto de un 60% y una mujer de un 50%. Es, por tanto, el elemento principal en la composición del cuerpo humano. En condiciones normales esa proporción se mantiene prácticamente constante mediante el ajuste de los ingresos y las pérdidas de agua. Los ingresos están constituidos por el agua de bebida, la contenida en los alimentos y una fracción menor resultante de la oxidación de los principios inmediatos en el organismo. Las pérdidas se producen principalmente por la orina, la evaporación (sudor) y la defecación. En cuanto a su distribución, el agua corporal está repartida en dos sistemas:

-en el interior de las células (aproximadamente el 63% del total).
-en el exterior de las células (el 37%). De esta cantidad el 27% corresponde al líquido intercelular, el 3% al agua transcelular y el 7% al plasma.
Según los doctores Davidson y Passmore, el cuerpo de un hombre e 65 kg contiene unos 40 kg de agua de los que 25 -el 62,5%. se encuentran en el interior de las células y unos 15 -el 37,5%- en el espacio extracelular. Por otro lado, según el doctor Felicísimo Ramos, doctor en Química y Física, en un humano adulto es agua:

- El 84% de los tejidos nerviosos
- El 73% del hígado -El 71% de la piel
- El 60% del tejido conectivo
- El 30% del tejido adiposo
- El 99% del plasma, la saliva o los jugos gástricos.
Las vitales funciones del agua, de todas las sustancias naturales, el agua es la que más se aproxima al solvente químico universal y al medio de disolución ideal ya que casi todas las sustancias pueden disolverse en agua y prácticamente todos los procesos destacables de intercambio y transformación necesarios para la obtención de energía se desarrollan en este medio líquido. El agua sirve, por ejemplo, para disolver los alimentos que comemos a fin de que sus componentes nutritivos puedan ser absorbidos por el intestino.

El agua es además un medio de transporte efectivo e insustituible. La mayor parte de los procesos de intercambio de sustancias entre células y tejidos depende fundamentalmente del agua como medio de transporte. El agua circula por todo el cuerpo llevando oxígeno y alimentos diluidos hasta todos los órganos y estructuras celulares y, al mismo tiempo, recoge los residuos para llevarlos a los órganos responsables de su eliminación y transporta el anhídrido carbónico hasta los pulmones para intercambiarlo por oxígeno.
También cumple una función de limpieza muy importante para el cuerpo pero el éxito de esta función depende de la cantidad y calidad del agua que se bebe. Asimismo, el agua regula la temperatura corporal. Es imprescindible igualmente para que tengan lugar las reacciones químicas que intervienen en la transformación de sustancias para la obtención de energía.
Sirve también para mantener la estructura y la arquitectura celular de nuestro cuerpo. Como una especie de "pegamento", el agua une las estructuras fijas dentro de la membrana celular. Si no hay suficiente agua las células se disecan a mayor o menor velocidad, en mayor o menor grado, pero se disecan. Cabe añadir que en medios líquidos no saturados se produce mejor funcionalidad de proteínas, enzimas, etc., que en medios más espesos (es decir, con menos composición de agua).


LAS FANTÁSTICAS PROPIEDADES TERAPÉUTICAS DEL AGUA ALCALINA IONIZADA

¿Sabía que el agua es el medicamento por excelencia? Pues aunque mucha gente lo ignora sus posibilidades terapéuticas son inmensas. Y no nos referimos ya al consumo corriente de aguas minerales naturales, a su uso en balneoterapia o a las propiedades del agua de mar, tanto ingerida como en baños terapéuticos. Sus posibilidades curativas van mucho más allá. Porque el agua se puede activar, energetizar, oxigenar, ionizar, ... Todo un mundo de increíbles posibilidades terapéuticas que apenas se conoce.
"La deshidratación crónica es la raíz de la mayor parte de las enfermedades degenerativas del cuerpo humano y la tragedia más grande de la historia de la Medicina es que los médicos no hayan entendido -y sigan sin entender- la diversidad de señales que emite un cuerpo cuando, simplemente, reclama agua". De esta forma tan contundente se expresa el médico de origen iraní Feydoon Batmanghelidj en su libro Su cuerpo reclama agua llorando a gritos. Para él, el más importanto descubrimiento médico que ha hecho el hombre es haberse dado cuenta de que el agua es la mejor medicina natural para gran número de las llamadas enfermedades. Basta para entenderlo constatar que todas las funciones del organismo dependen del flujo de agua en el cuerpo. Hasta el punto de que lo que para muchos médicos es un "cuerpo enfermo" para Batmanghelidj no es, en muchas ocasiones, sino un "cuerpo sediento" al que se puede devolver la salud dándole simplemente la cantidad de agua adecuada.


LA MEDICINA MÁS BARATA
El agua de buena calidad biológica, el Agua alcalina ionizada - es la forma más eficaz y preventiva que se conoce. Así lo demuestran no sólo los buenos resultados que se obtienen cuando se utiliza como remedio terapéutico sino también la constatación de que su escasez produce -con el tiempo- un buen número de las enfermedades que conocemos. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud cada día mueren más de 300.000 personas en todo el mundo a causa de enfermedades hídricas y en los países en vías de desarrollo el 80% de las enfermedades que asolan a la población se deben a la carencia o a la contaminación del agua.
Dicho con rotundidad y claramente: cada vez son más los expertos que aseguran que bastaría con beber una cantidad suficiente de agua alcalina ionizada al día para evitar la aparición de muchas enfermedades, incluidas las degenerativas. El agua alcalina nos mantiene sanos. Eso sí, no confunda agua con líquido. El cuerpo humano necesita un mínimo de 2 litros de agua al día y el alcohol, el té, el café o las bebidas refrescantes son líquidos... pero no agua. Por tanto, se trata de beber al menos dos litros de agua, líquidos aparte.

IGNORANCIA MÉDICA
Batmanghelidj explica que algo en apariencia tan simple como ignorar los múltiples papeles químicos que desempeña el agua en el cuerpo humano y desconocer que la deshidratación puede provocar la pérdida de algunas funciones orgánicas es el error más esencial cometido por muchos colegas. Un error que además ha desviado el foco de atención de la investigación en medicina y ha impedido que los profesionales de la salud aconsejen a sus pacientes medidas preventivas y curas fisiológicas simples incluso para enfermedades graves. De ahí que -junto a un grupo cada vez más numeroso de médicos, científicos e investigadores- postule una nueva "verdad científica", un paradigma simple pero real y poco entendido: que el agua alcalina es imprescindible para regular todas las funciones del cuerpo y, por tanto, para que funcione correctamente es fundamental que llegue siempre en cantidad suficiente y en el momento necesario a todo el organismo, especialmente a los órganos vitales (cerebro, corazón, pulmones, hígado, páncreas y riñones).
Por eso, cuando no es así, el cuerpo pone en marcha una serie de sofisticados indicadores para "hacernos saber" que la necesitamos. Uno de ellos es provocar la sensación de sed; lo que sucede es que muchas veces no reconocemos esa petición y otras no la atendemos o la saciamos con una bebida refrescante. De hecho, el último indicador, el más evidente y el único que solemos "reconocer" es la boca seca. Esta señal es el último signo externo de una deshidratación extrema sólo que no siempre es útil porque se ha comprobado que el cuerpo puede sufrir deshidratación aun cuando la boca esté húmeda. Por tanto, ya que a veces nos es difícil entender los mensajes de nuestro cuerpo cuando nos pide agua (no café, ni té, ni ninguna bebida gaseosa) lo suyo es prestar atención consciente a la cantidad que ingerimos. A fin de cuentas, la deshidratación prolongada por no atender las señales que emite el cuerpo puede causar graves daños. Y lo malo es que esa falta de agua es tratada por la mayoría de los médicos atendiendo a los síntomas que provoca con lo que, en función de los mismos, etiquetan al paciente como enfermo de una patología u otra y le tratan con los fármacos recomendados en tales casos. Es decir, existe una ignorancia médica básica que confunde muy a menudo una simple deshidratación con varias patologías. Error de base que es la principal causa del alto costo actual del sistema sanitario así como de la cronicidad de muchas dolencias que podrían curarse de forma sencilla y rápida con agua alcalina ionizada "Los médicos -denuncia Batmanghelidj- han aprendido a acallar las diferentes señales de la escasez de agua en el cuerpo con productos químicos, algo muy perjudicial para las células del cuerpo. Por ejemplo, el agua es el mejor diurético natural pero mis colegas siguen recetando diuréticos. Están pues tratando de forma negligente a sus pacientes porque los medicamentos pueden dañar los riñones y, en último extremo, el corazón. Recomendando agua en dosis controladas y suficientes conseguirían lo mismo de forma más barata y sin efectos secundarios".
Batmanghelidj asegura, en suma, que buena parte de las enfermedades hoy diagnosticadas no son en realidad tales sino síntomas de un cuerpo deshidratado que, sencillamente, "tiene sed y pide agua".

AGUA Y SÓLO AGUA ALCALINA
Asimismo remarca que la creencia de que el té, el café, el alcohol o las bebidas refrescantes son sustitutivos válidos del agua constituye un error elemental que puede tener graves consecuencias. Porque es verdad que tales bebidas contienen agua pero también lo es que suelen llevar agentes deshidratantes que no sólo la eliminan una vez ingerida sino que además acaban con el agua de las reservas del cuerpo por su fuerte acción diurética. Es más, el uso constante de estas bebidas -que en la mayoría de los casos contienen sustancias excitantes- priva al cuerpo de su plena capacidad para formar energía hidroeléctrica. Por ejemplo, el exceso de cafeína puede disminuir la capacidad de atención y contribuir a la aparición del síndrome de fatiga crónica así como a un cansancio adicional del músculo del corazón por la excesiva estimulación que provoca. Asimismo, los estimulantes naturales del café -y otro tanto ocurre con el té- sobreexcitan el sistema nervioso central.
Por tanto, es importante prestar tanta atención a la cantidad y calidad de lo que se come como a la cantidad y calidad de lo que se bebe. A este respecto, el doctor Batmanghelidj afirma que igual que tenemos "dolor de hambre" tenemos también "dolor de sed"; y en este caso el agua alcalina es la única sustancia efectiva para aportar alivio. En esas situaciones lo que quiere el cuerpo, lo que necesita, lo que pide, es agua y sólo agua alcalina ionizada.


¿POR QUÉ INGERIR POCA AGUA ES CAUSA DE TANTAS ENFERMEDADES?


Muy pocas personas ingieren hoy día la cantidad de agua que el organismo necesita para su correcto funcionamiento. Se trata de un elemento vital que no puede sustituirse con zumos, refrescos, colas, sodas, horchata, cerveza, vino, café, té o cualquier otra bebida. El agua no tiene sustitutivos válidos. Y el cuerpo necesita un mínimo de dos litros para realizar todas sus funciones corporales. No ingerirlos puede ser, de hecho, la causa de numerosas dolencias. El dato lo adelantamos ya en un reportaje anterior; en esta ocasión profundizamos en el asunto y explicamos por qué la falta de agua es causa de tantas enfermedades.

INTENTANDO CAMBIAR EL PARADIGMA MÉDICO
A partir de entonces este notable médico iraní dedicaría los siguientes años a investigar el papel que juega el agua -y, sobre todo, su carencia- en los distintos trastornos del metabolismo del cuerpo. Y a explicar a sus colegas sus descubrimientos para que supiesen que el origen de muchas
Enfermedades no es otro que una deshidratación crónica del cuerpo, es decir, una insuficiente ingesta del agua que el organismo requiere diariamente. Encontrándose -como tantos
Otros colegas que en su momento rompieron también los esquemas de lo establecido- con el escepticismo, la incomprensión e, incluso, el desprecio. Actitudes que caracterizan a los ignorantes... y a quienes, sabiendo que lo se dice es cierto, procuran que la información no se difunda para que no merme los multimillonarios ingresos de todos esos fármacos paliativos que, aunque no curan nada, abarrotan las estanterías de las farmacias de todo el mundo.

Él mismo lo narra en el prefacio de su libro Su cuerpo reclama agua a gritos en el que denuncia además que la estructura sanitaria actual sólo busca vender productos que los médicos saben que no curan nada y que recetan sólo porque se les ha hecho creer que no se puede hacer otra cosa y no hay solución para muchas de las enfermedades que tratan, la mayoría catalogadas por la Medicina de "etiología -o causa- desconocida". A fin de cuentas, los grandes laboratorios
farmacéuticos sólo investigan lo que puede producir beneficios... pero sin resolver la enfermedad. Porque toda enfermedad para la que se encuentra cura es una enfermedad que deja de producir beneficios a la industria farmacéutica. Y ésta lo que busca no es sanar a la gente sino ganar dinero con las enfermedades vendiendo paliativos.

Que una verdad tan simple no la entienda aún la gente -o no la crea- demuestra la fuerza de la propaganda y la publicidad. Lo que es posible por el silencio cómplice de los grandes medios
de comunicación. No es el caso de Batmanghelidj , desde luego, que también denuncia lo que en esta revista hemos dicho tantas veces: las facultades y escuelas de Medicina y los sistemas sanitarios de los principales países del mundo están manejados -unas veces abiertamente, sin disimulo, y otras de forma más discreta, desde la trastienda- por quienes controlan la industria
farmacéutica (que son los mismos que controlan la industria petroquímica y la armamentística). ¿Se empezará pronto a indagar sobre el alquiler de conciencias individuales e, incluso, la financiación de algunos partidos políticos en todo el mundo?


Batmanghelidj denuncia además la actitud -y la ignorancia médica- de la mayor parte de sus compañeros de profesión que terminan optando -dice- por "incorporarse al negocio". Y, sobre todo, la de los responsables de las principales instituciones sanitarias internacionales, especialmente las norteamericanas. De hecho, este médico desencantado de la mediocridad mental con que se ha encontrado en su deambular cuenta en el libro algunas de sus peripecias en ese sentido y cómo tanto la Asociación Médica Americana (AMA) como el National Institutes of Health (NIH) norteamericano decidían no aceptar siquiera un diálogo para valorar la veracidad de sus afirmaciones. Siendo una de las excusas para no entrar a debatir la cuestión que no había dinero para valorar si el agua puede prevenir o curar enfermedades. Fantástico argumento científico para decidir algo cuya demostración no requiere apenas inversión -se trata de dar simple agua alcalina - y que no entraña peligro alguno -el agua carece de efectos secundarios negativos.

Y es que lo que Batmanghelidj asevera es simple pero absolutamente revolucionario: asegura que ¡la mayor parte de las enfermedades las causa la carencia crónica de agua! Es decir, son consecuencia de no beber la suficiente cantidad de agua cada día (lo reiteramos: diariamente). Obviamente, buena parte de los lectores pensará que eso no puede ser verdad, que no puede ser tan sencillo. Y, sin embargo, Batmanghelidj no hace esa afirmación de forma gratuita: la fundamenta científicamente. Por eso no alberga la más mínima duda al afirmar con rotundidad que el agua alcalina ionizada es la mejor medicina natural para gran número de las llamadas enfermedades. Basta para constatarlo el hecho de que todas las funciones del organismo dependen del flujo de agua en el cuerpo. De ahí que lo que para muchos médicos es un "cuerpo enfermo" para Batmanghelidj no sea en muchas ocasiones sino un "cuerpo sediento" al que se puede devolver la salud dándole simplemente la cantidad de agua alcalina adecuada.

¿Tan difícil es de aceptar? Pues quizás le ayude recordar que el 75% de nuestro cuerpo es agua. Y que originariamente procedemos del mar. Es más, nuestra sangre tiene la misma composición que el agua de mar. Luego, ¿cómo va a costarnos entender que la deshidratación crónica puede provocar el deterioro -a veces de forma irreversible- de numerosas funciones orgánicas? ¿O es que desconocemos que los múltiples papeles químicos que se desarrollan en nuestro cuerpo son
Imposibles si no hay agua suficiente?
Los médicos, evidentemente, lo saben. Pero suelen olvidarlo cuando atienden a sus pacientes. O quizás sea verdad la afirmación de Batmanghelidj de que en realidad a sus colegas no se les ha explicado suficientemente los múltiples papeles químicos del agua en el cuerpo y que la deshidratación provoca a veces la pérdida de algunas funciones.

Pues bien, como quiera que cada función del cuerpo está regida y sujeta al flujo del agua se entenderá que el organismo la gestione muy cuidadosamente ya que es la única manera de garantizar que haya suficiente para que los nutrientes lleguen a todas partes y las distintas funciones bioquímicas tengan lugar. Obviamente, cuando eso no sucede, cuando no dotamos al organismo de suficiente agua, la que hay se destina a los órganos más vitales: cerebro, pulmones, hígado, riñones y glándulas tienen prioridad sobre músculos, huesos y piel en la distribución sanguínea. De ahí que si esa situación se mantiene durante largo tiempo haya órganos que puedan resultar afectados por la escasez:.

EL AGUA ALCALINA IONIZADA HIDRATA, LOS DEMÁS LÍQUIDOS NO
Quizás piense usted que si el organismo precisara realmente más agua... le "avisaría" haciéndole tener sed. Y es cierto. Pero no lo es menos que en esta sociedad consumista son muchas las personas que cuando tienen sed... toman líquidos, no agua. Es decir, beben zumos y refrescos industriales, aguas carbonatadas, colas, sodas, gaseosas, horchatas, granizados, cerveza, vino, leche, café, té, alcohol, etc. Y tales líquidos no son sustitutivos del agua natural. Porque todas esas
bebidas contienen agua, es verdad, pero en muchas los demás elementos que contienen son agentes deshidratantes. Es decir, cuando se ingieren el organismo elimina el agua que contienen... y mucha más. Y es que todos poseen una fuerte acción diurética. Entiéndalo bien pues: el único líquido que realmente hidrata el cuerpo es el agua alcalina ionizada.

Batmanghelidj lo explica con numerosos datos. Por ejemplo, ¿qué sucede si bebemos mucho café o bebidas que contienen cafeína, como el té o las colas? Pues que los estimulantes que contienen provocan una fuerte acción diurética y además actúan sobre el sistema nervioso central sobreexcitándolo y privando al cuerpo de su capacidad para formar energía hidroeléctrica. Además, el exceso de cafeína anula la formación de moléculas ATP -las encargadas de proporcionar energía al cuerpo algo que afecta sobre todo al cerebro y causar fatiga crónica y cansancio del músculo del corazón a causa de su excesiva estimulación.

Cabe añadir que la creencia de que la "boca seca" es el único signo de deshidratación del cuerpo es falsa. Esa señal es en realidad -siempre según Batmanghelidj- "el último signo externo de una deshidratación extrema". Es más, afirma con rotundidad que un cuerpo puede sufrir de deshidratación incluso aunque la boca esté totalmente húmeda. En suma, es importante prestar tanta atención a la cantidad y calidad de lo que se come como a la cantidad y calidad de lo que se bebe. A este respecto, el doctor Batmanghelidj afirma que igual que tenemos "dolor de hambre" tenemos también "dolor de sed"; y en este caso el agua es la única sustancia efectiva para aportar alivio. En esas situaciones lo que quiere el cuerpo, lo que necesita, lo que pide, es agua y sólo agua alcalina ionizada.

CUANDO EL CUERPO TIENE SED... LOS MÉDICOS LE DAN FÁRMACOS
El doctor Batmanghelidj asegura, en definitiva, que una deshidratación crónica causa muy diferentes síntomas: dolor, picor, inflamación, hormigueo, etc. Y que en dónde se
manifiesten éstos depende de la zona del cuerpo en la que la escasez de agua sea más evidente. Asimismo, asegura que cuando esa deshidratación es prolongada el problema en esa zona se
agrava y termina provocando una disfunción, una patología; lo que llamamos una enfermedad. El drama, según Batmanghelidj, es que a los médicos no se les ha explicado esta cuestión tan simple y sencilla y se dedican entonces a acallar esos síntomas -que no son en realidad sino las señales de sequía del cuerpo- con productos químicos. Un tremendo error porque no se ataca la raíz del problema y encima se intoxica el organismo con productos tóxicos que envenenan las células.
Para Batmanghelidj, pues, los dolores crónicos del cuerpo que no puedan ser explicados como una lesión o una infección deberían en primer lugar y sobre todo ser interpretados como señales de una reducción crónica de agua en la zona donde se localiza el malestar. Y esos dolores crónicos incluyen el dolor dispépsico (gastritis, duodenitis, úlcera péptica...), el dolor artrítico reumatoide, el dolor de angina, el dolor lumbar, el dolor de las piernas al andar, los dolores de cabeza -especialmente la migraña y los de la resaca- y las colitis. A su juicio, todas esas dolencias deberían tratarse sólo bebiendo abundante agua alcalina ionizada. No menos de dos litros y medio cada 24 horas durante algunos días. Los analgésicos lo único que hacen es ocultar la señal de deshidratación local y crónica del cuerpo.

"La nueva verdad científica -dice Batmanghelidj- es que es el solvente -el agua- quien regula todas las funciones del cuerpo, incluida la actividad de todos los elementos que disuelve y conduce". Agregando que el cuerpo necesita como mínimo entre 6 y 8 vasos grandes de agua al día. Deberíamos pues tomar diariamente uno o dos vasos de agua de 200 ml. nada más levantarnos de la cama, otro media hora antes de la comida y de la cena, y otro más dos horas y media después de cada una de ellas. Asimismo, se recomienda tomar entre dos y tres vasos más a lo largo del día.

¿CÓMO SABER SI ESTÁ DESHIDRATADO?
Como quiera que la "boca seca" no es sino el último síntoma, el que indica que el organismo ya no puede funcionar correctamente si no se le proporciona agua, le explicamos cómo saber si su cuerpo tiene sed según el doctor Batmanghelidj. Y es simple: fíjese en el color de la orina y compruebe si normalmente es incolora o ligeramente amarilla; si es así no hay problema. Ahora bien, si normalmente es amarilla oscura o, incluso, de color naranja usted se está deshidratando. Ese color oscuro significa que los riñones están trabajando duro para eliminar las toxinas del cuerpo y la orina está muy concentrada. Además, es verdad que los riñones tienen la habilidad de concentrar la orina pero esa capacidad no debe usarse en su estado límite como norma so pena de provocar daños en el riñón.
Batmanghelidj asevera también que cuando un cuerpo está deshidratado los procesos fisiológicos que se establecen son los mismos que cuando uno sufre estrés. Y es que la deshidratación es precisamente el principal estresante de toda materia viva.

EL PAPEL DEL AGUA
Batmanghelidj incide mucho en algo cuya importancia parecen ignorar -o no valoran en su justa medida- sus colegas: el hecho de que el agua no es simplemente el solvente, lo que llena el espacio entre la materia sólida (lo disuelto). La idea de que el cuerpo es como una gran "probeta" llena de sólidos de naturaleza diferente y el agua del cuerpo la materia que la envuelve pero cuyo papel es insignificante es un error tan grave que ha impedido comprender cómo funciona realmente el metabolismo. Aún hoy hay muchos médicos y científicos que siguen pensando que son las sustancias disueltas en la sangre y en el suero del cuerpo las que regulan todas sus actividades. Cuando, en realidad, sobre el agua -y sobre su papel en los procesos bioquímicos y bioenergéticos- no se ha sabido casi nada hasta hace muy poco tiempo. El hecho de que se trate de un componente abundante y normalmente fácil de obtener -la verdad es que no es así en muchos lugares donde el agua es un lujo- hizo que no se estudiara a fondo su papel y que no se tuviera en cuenta la posible implicación de su carencia en muchas enfermedades. Es decir, a quienes estudiaron inicialmente a fondo el funcionamiento de nuestro cuerpo se les escapó su importancia real y, sobre todo, lo que a nivel funcional implica su carencia continuada. Nadie, hasta Batmanghelidj, pensó que un organismo podía estar deshidratado y ser esa la causa de numerosos fallos o patologías. ¿Cómo iban a caer en ello si en el organismo el 75% es agua y ésta se encuentra en todas partes? No coligieron, sin embargo, que los líquidos con que mucha gente pretende apagar la sed e hidratarse... no sólo no cumplen ese cometido sino que además deshidratan, como ya hemos explicado. Y no cayeron en la cuenta tampoco de que precisamente porque el 75% del cuerpo es agua la importancia de que haya suficiente es aún mayor. El
cerebro, por ejemplo, está constituido en un 85% de agua.En suma, Batmanghelidj no duda de que la deshidratación crónica es en realidad la causa de buena parte de las llamadas enfermedades. Y argumenta que eso explica por qué la mayoría siguen siendo para muchos médicos y científicos de etiología o causa desconocida. Y por qué son incapaces de curarlas. "Basta consultar cualquier texto de medicina para comprobar que a la hora de explicar las causas de las enfermedades más extendidas todo es palabrería. Se utilizan centenares de páginas para terminar diciendo siempre lo mismo: etiología desconocida".

Hoy casi todos los tratamientos médicos, salvo las infecciones que se tratan con antibióticos o la cirugía reparadora, son paliativos. Los médicos no saben curar un simple constipado o una gripe pero tampoco las alergias, la hipertensión, el asma, las úlceras pépticas, la artritis, el Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis múltiple, el cáncer... y así un sinfín de "enfermedades". "¿Cuándo entenderán mis colegas -se pregunta Batmanghelidj- que la mayoría de las llamadas 'enfermedades degenerativas' se deben muy probablemente a una deshidratación crónica? ¿No les basta para constatarlo mi éxito al tratar sólo con agua a más de 3.000 pacientes que padecían úlcera péptica? ¿Por qué no entienden que lo mismo pasa con otras muchas patologías?¿Se debe esa resistencia al hecho de que lo que postulo hace evidente que la práctica de la medicina clínica se basa en una hipótesis falsa y en una premisa inexacta?"
Conviene aclarar de nuevo que Batmanghelidj se refiere siempre a una deshidratación crónica, a la falta de agua de manera continuada en el tiempo. Y que, consecuentemente, bastaría ingerir la suficiente cantidad de agua diariamente para evitarla.
Debe entenderse, asimismo, que la falta de agua puede llevar a una situación de deterioro físico que impida revertir el proceso de degeneración causado por su carencia. Por tanto, si bien la ingesta de agua prevendría en principio la aparición de la mayoría de las enfermedades y puede detener los procesos degenerativos en marcha... cuando el deterioro es total no puede revertirse el problema de la misma manera que usted no puede recuperar una mano amputada. En cambio, sí puede detener el proceso degenerativo.
Obviamente, tampoco pretenda resolver su problema si padece un proceso degenerativo en diez días dedicándose a beber litros de agua. Se trata de rehidratar el cuerpo bebiendo agua alcalina ionizada suficiente cada día. No se equivoque. Como el lector puede comprobar, el asunto es importante. De ahí que entendamos que deba ser explicado con más detalle.

Como hemos comentado anteriormente, Batmanghelidj tiene fundamentadas científicamente sus aseveraciones y además las ha constatado clínicamente.


La afirmación del Dr. Fereydoon Batmanghelidj de que buena parte de las enfermedades -especialmente las degenerativas- la causa la deshidratación del organismo ante la carencia crónica de agua - no es una afirmación gratuita: está fundamentada científica y clínicamente. Y como quiera que es importante que la gente -y muy especialmente los médicos- conozcan la base de sus aseveraciones vamos a explicarlo más en detalles
Para que las múltiples reacciones químicas que se desarrollan en nuestro organismo sean posibles hace falta ingerir cada día suficiente agua. -el agua no es sustituible por otros líquidos- no sólo impide el correcto funcionamiento del organismo sino que puede provocar muchas patologías. El doctor Fereydoon Batmanghelidj explica en su obra "Su cuerpo reclama agua a gritos" -sobre la que se fundamenta este texto- que, de hecho, "la deshidratación crónica es el estresante principal del cuerpo y la responsable desconocida de la muerte de millones de personas. Considero que es la responsable de la mayor parte de fallecimientos por enfermedad, muy por encima de cualquier otra afección. Sin embargo, los arrogantes sistemas sanitarios de los países supuestamente avanzados no la consideran importante y siguen tratando a los enfermos con productos químicos en vez de con simple agua hasta que, al final, logran que aparezcan problemas de verdad". Batmanghelidj explica que cuando un ser humano -o un animal- se deshidrata el organismo reacciona aumentando la producción del neurotransmisor histamina a fin de regular la cantidad de agua disponible. Sólo que cuando eso sucede y la histamina y sus reguladores de agua subordinados son demasiado activos pueden aparecer alergias, asma y dolores crónicos en diferentes zonas del cuerpo, desde el dolor dispépsico hasta el artrítico reumatoide pasando por el de angina, el lumbar, el de piernas, la migraña, la colitis. Y es que aunque esos dolores se perciban en zonas localizadas en realidad están avisando de que hay deshidratación de todo el organismo. Saber esto es importante, especialmente entre los médicos. Porque si tales síntomas no se reconocen como avisos urgentes de que el organismo necesita agua... se puede entonces llegar a una deshidratación crónica que puede causar a largo plazo muchos e irreversibles daños. Y lo malo es que esos dolores raramente se interpretan como una señal de que el nivel de agua que el cuerpo precisa está bajo mínimos. Los médicos saben -porque los análisis así lo indican- que en el organismo hay exceso de histamina... pero lo que hacen normalmente es recetar antihistamínicos o bloqueadores de la histamina con lo que además de no actuar sobre la causa provocan encima efectos secundarios negativos. Cuando bastaría decirle al paciente que beba cada día suficiente AGUA ALCALINA IONIZADA y así bajará de forma natural su nivel de histamina. Es más, el lector debe saber que los antihistamínicos bloquean la dilatación capilar del cerebro precisamente cuando éste -en situación de deshidratación- debe computar más cantidad de información de lo normal, tal como ocurre en una situación de estrés. Además, cuando se utilizan antihistamínicos el cerebro recibe menor provisión de sangre y, por tanto, de nutrientes. Y en ese estado muchas funciones de las células cerebrales empiezan a deteriorarse. Entre ellas, el sistema de transporte de los neurotransmisores a los terminales nerviosos.

sábado, 3 de enero de 2009

MAYOR INFORMACIÓN DE INTERES..

Gracias por visitar nuestro Blog , tenemos a su disposición grandes articulos de interes en el area del Bienestar, continuaremos compartiendo mas articulos para que el lector pueda expandir su conocimiento y asi pueda tener mejor calidad de vida. para mayor información del tema, y de los ionizadores de agua con el siguiente Link: http://www.actiweb.es/fuentevital/

¿ES LA LECHE ANIMAL ADECUADA PARA EL CONSUMO HUMANO?

INFORME Medical Discovery ¡Importante! (Numero 84)

La leche animal y sus derivados -nata, natillas, yogures, helados, batidos, etc.- se encuentran actualmente entre los alimentos de mayor consumo del mundo. Se alaban sus propiedades nutritivas, lo ricos que son y lo imprescindibles que resultan para mantener los huesos sanos merced a su riqueza en proteínas, vitaminas y minerales, especialmente el calcio. Pero, ¿es eso verdad o más bien se trata de productos no precisamente saludables que causan muy diversas patologías?


El ser humano es único en la naturaleza por múltiples razones destacando entre ellas el hecho de que se trata del único mamífero que ingiere leche procedente de otro animal pasado el periodo de lactancia. Y lo hace a pesar de saberse que la leche que produce cada mamífero es específica para su especie y que la naturaleza la ha hecho idónea para las necesidades de su cría y no para las de otra. Es más, la madre Naturaleza previó que los mamíferos -es decir, los animales que maman- obtengan la leche directamente de las mamas de sus madres sin contacto con agente externo alguno ya que se trata de una sustancia que se altera y contamina con gran facilidad.

Los humanos, sin embargo, en el convencimiento de que es sano seguir tomándola siendo ya adultos hemos alterado hasta las leyes de la naturaleza para poder mantenerla en condiciones adecuadas de consumo. Y, sin embargo, son muchas las evidencias que indican que tan preciado líquido está detrás de muchas de las dolencias que hoy nos aquejan.

Obviamente la composición de cada leche varía en función del animal, de la raza, del alimento que haya recibido, de su edad, del periodo de lactancia, de la época del año y del sistema de ordeño, entre otras variables. Y si bien su principal componente es el agua su presunto interés nutritivo radica en que además contiene grasas (ácidos grasos saturados y colesterol), proteínas (caseína, lactoalbúminas y lactoglobulinas), hidratos de carbono (lactosa, fundamentalmente), vitaminas (cantidades moderadas de A, D y del grupo B) y minerales (fósforo, calcio, zinc y magnesio). Las proporciones dependen ya del tratamiento que se haya dado a la materia prima por lo que no contiene la misma grasa la "leche entera" que la "leche descremada". Ahora bien, ¿es realmente saludable ingerir leche y productos lácteos? Porque no sólo son muchos los investigadores que discrepan de esa opinión sino que hay cada vez más estudios que cuestionan esa aseveración.

EL PROBLEMA DEL CALCIO
La razón fundamental por la que los nutricionistas occidentales -no así los orientales- recomiendan tomar leche y sus derivados es porque la consideran muy nutritiva y especialmente rica en calcio agregando que la ingesta periódica de ese mineral es imprescindible para mantener la salud, sobre todo la de los huesos. Y en ese convencimiento muchas personas beben cantidades importantes de ella al punto de que algunas -es el caso de millones de norteamericanos- prácticamente la toman en lugar de agua. Sin embargo es precisamente en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de leche, donde más incidencia de osteoporosis hay entre su población. ¿Alguien puede explicar razonadamente tan singular paradoja?
Lógicamente no puede extrañar que cada vez más expertos alcen su voz abiertamente afirmando que la leche y sus derivados no sólo no son alimentos adecuados para el ser humano sino que ni siquiera constituyen una buena fuente de calcio porque una cosa es la cantidad de ese mineral presente en ella y otra muy distinta su biodisponibilidad. Además está por ver si la necesidad de él que precisa el organismo es la que publicitan las empresas lácteas.
Resultan ilustrativos a ese respecto los resultados del estudio que con 78.000 mujeres de entre 34 y 59 años llevaron a cabo durante 12 años varios profesores de la Universidad de Harvard en Estados Unidos y que fue publicado en el American Journal of Public Health en 1997. Porque sus conclusiones desmienten la tesis de que un mayor consumo de leche u otras fuentes alimenticias de calcio por mujeres adultas las proteja de fracturas propias de la osteoporosis como son las de cadera o antebrazo.

También es interesante recordar el Proyecto Cornell Oxford-China de Nutrición, Salud y Medio Ambiente que se inició en 1983 con un estudio pormenorizado de los hábitos cotidianos de 6.500 habitantes de 65 provincias dispersas de la China rural ya que constituye una de las investigaciones más rigurosas y concluyentes efectuadas en materia de salud. Y ese trabajo demostró -entre otras cosas- que la leche animal desmineraliza a los adultos. Es decir, se comprobó que las mujeres que no tomaban leche de vaca y su único alimento eran el arroz, los vegetales, la soja y sus derivados no padecían osteoporosis. Y que, sin embargo, si dejaban esa dieta e introducían la leche de vaca sus niveles de calcio bajaban y aumentaba la incidencia de esa patología.
Gracias a las investigaciones llevadas a cabo por el doctor John McDougall -médico nutricionista del St Helena Hospital de Napa (California, Estados Unidos)- sabemos también que la mujeres de la etnia bantú no toman leche pero sí calcio procedente de fuentes vegetales y, sin embargo, a pesar de que tienen una media de 10 hijos y los amamantan durante largos periodos no padecen osteoporosis.
Otro ejemplo de la relación entre leche y osteoporosis lo constituye el trabajo del doctor William Ellis, ex presidente de la Academia Americana de Osteopatía Aplicada, quien estableció que las personas que toman de 3 a 5 vasos de leche diarios presentan los niveles más bajos de calcio en sangre. Agregando que tomar mucha leche implica ingerir grandes cantidades de proteínas lácteas y éstas producen un exceso de acidez que el organismo intenta compensar mediante la liberación de minerales alcalinos.
En esa misma línea se expresa un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition que afirma que el exceso de proteínas de la leche es uno de los factores más importantes en el avance de la osteoporosis. En dicho estudio -publicado ya en 1983- se demostraba que hasta la edad de 65 años las mujeres que no toman leche y son vegetarianas tienen un 18% de pérdida de hueso mientras las omnívoras padecen una pérdida ósea del 35%.
Y estudios más recientes muestran que con una ingesta de 75 gramos diarios de proteína láctea se pierde más calcio en la orina del que se absorbe a través de la dieta.
A todo esto hay que añadir que la relación calcio/fósforo de la leche de vaca no es adecuada para el ser humano pues su contenido es demasiado elevado en fósforo y por eso su ingesta acidifica el organismo. Con las numerosas implicaciones negativas para la salud que ello implica.

LA OPINIÓN DE JEAN SEIGNALET
Como por otra parte ya publicó Discovery DSALUD en los números 78 y 79 también el finado doctor Jean Seignalet -hematólogo, inmunólogo, biólogo, catedrático de Medicina de la Universidad de Montpellier durante muchos años y autor de más de doscientas publicaciones en prestigiosas revistas médicas- denunció en su obra La Alimentación, la 3ª Medicina que muchas patologías y la proliferación actual de otras se debe básicamente a cinco razones: el consumo de cereales domésticos, la ingesta de leche animal y sus derivados, la cocción de los alimentos, el refino de los aceites y la contaminación alimenticia con la consiguiente carencia de vitaminas y minerales.
Afirmando en lo que a la leche se refiere lo siguiente: "Muchas personas piensan que prescindir de la leche puede provocarles pérdida de calcio y problemas como la osteoporosis pues la televisión, la prensa y la mayoría de los médicos repiten que la solidez de los huesos depende de su cantidad de calcio y sólo el consumo diario de productos derivados de la leche puede aportarles en cantidad suficiente ese precioso calcio. Sin embargo, yo digo firmemente que NO. El peligro de la falta de calcio es una ilusión. Es cierto que la leche de vaca es rica en calcio pero una vez en el tubo digestivo humano la inmensa mayoría del mismo es precipitado en forma de fosfato de calcio y expulsado a través de las heces fecales. Sólo una pequeña parte es absorbida.
El calcio asimilable es aportado en cantidad más que suficiente por los vegetales: hortalizas, legumbres secas, verduras, carnes crudas y frutos secos y frescos. Además el calcio es un mineral muy abundante en el suelo donde es recuperado por las raíces de las plantas. En definitiva, eliminar de la alimentación la leche animal no provoca carencia de calcio. Al contrario, el régimen hipotóxico -desprovisto de derivados de la leche- acompañado de magnesio y silicio bloquea 70 veces de cada 100 la evolución de la osteoporosis e incluso permite a veces recuperar parte del terreno perdido".

LA CASEÍNA DE LA LECHE
Mencionábamos al describir la composición de la leche que una de sus proteínas principales es la caseína. Pues bien, se sabe que el niño lactante asimila completamente las caseínas de la leche materna... pero no las de la leche de vaca. Tales proteínas sólo se digieren parcialmente por el efecto neutralizador de la leche sobre la acidez gástrica, indispensable para su ruptura.
¿Y qué efectos provoca esa sustancia viscosa que es la caseína animal en nuestro organismo? Pues hay que decir que en algunas personas se adhiere a los folículos linfáticos del intestino impidiendo la absorción de otros nutrientes (de hecho la caseína se utiliza como pegamento para papel, madera, etc.). Además su hidrolización parcial tiene otras consecuencias. Por ejemplo, desembarazarse de sus residuos metabólicos supone un gasto energético suplementario para el organismo y puede provocar problemas inmunológicos. Así, en personas que presentan deficiencias de inmunoglobulinas IgA esta proteína pasa al torrente sanguíneo y genera gran variedad de reacciones autoinmunes (las mencionaremos más adelante al hablar de las enfermedades relacionadas con el consumo de leche). Y si tenemos en cuenta -como se recoge en un informe del Memorial Kettering Hospital de Nueva York (Estados Unidos)- que la deficiencia de antígenos IgA es uno de los problemas más comunes en cuanto a deficiencias inmunitarias el problema pasa a tener dimensiones mucho más preocupantes.

LAS GRASAS DE LA LECHE
La leche humana contiene 45 gramos de lípidos por litro de los que el 55% son ácidos grasos poliinsaturados y un 45% saturados. Y tiene, sobre todo, un elevado contenido en ácido linoleico, precursor de prostaglandinas y leucotrienos antiinflamatorios. En cambio la leche de vaca -la más consumida- contiene un 70% de ácidos grasos saturados y un 30% de poliinsaturados. Una estructura que favorece la formación de prostaglandinas y leucotrienos inflamatorios. Además ese 30% de poliinsaturados pierde sus propiedades cuando por efecto del calor -entre 40 y 45 Cº- se desnaturalizan y ya no pueden ser precursores de sustancias antiinflamatorias. Por lo que la leche tratada para poder ser consumida es ¡una sustancia 100% inflamatoria!
Por otra parte la pasteurización y la homogeneización provocan que las grasas saturadas atraviesen las paredes intestinales en forma de pequeñas partículas no digeridas lo que inexorablemente aumenta los niveles de colesterol y grasas saturadas en sangre. Además el contenido en colesterol de la leche es superior al de otros alimentos famosos por ser ricos en ese elemento. De hecho algunos países ya han retirado la leche de la lista de alimentos fundamentales para la dieta porque se ha observado que los niños que acostumbran a tomar varios vasos de leche al día tienen sus arterias en peores condiciones que los que no la toman. Una información que,
curiosamente, no parece haber llegado a Estados Unidos pues según su Departamento de Agricultura casi el 40% de la comida diaria que ingieren los norteamericanos consiste en leche y/o productos lácteos. Lo cual significa que un estadounidense medio toma diariamente sólo con los productos lácteos 161 miligramos de colesterol. Y eso es tanto como ingerir ¡53 lonchas de tocino al día! Y luego se extrañan que la cuarta parte de la población norteamericana sea obesa o padezca sobrepeso. Añadiremos finalmente un dato importante que aporta el ya mencionado doctor John McDougall: en el afán por aumentar sus ventas la industria lechera relaciona el contenido de grasa de la leche... con el peso. Lo que le permite decir que la de vaca contiene "sólo" un
2% de grasa por cada 100 gramos. Y, claro, dicho así parece que estemos hablando de un producto bajo en grasa. Sin embargo debemos entender que el 87% de la leche es agua por lo que si descartamos ésta el porcentaje real de grasa sobre la sustancia sólida es mucho mayor. ¡Y no hablemos ya de la leche condensada!

LA CARGA HORMONAL
Conviene saber también que la leche contiene aproximadamente 59 tipos diferentes de hormonas -pituitarias, esteroideas, adrenales, sexuales, etc.- siendo las más importantes las hormonas del crecimiento cuya acción, unidas a la riqueza proteica de la leche de vaca, hacen posible el rápido crecimiento de los terneros de forma que en breve plazo llegan a doblar su peso. Y es evidente que los humanos no tenemos precisamente esa necesidad. Además niveles elevados de esa hormona, unidos a otros tóxicos, se consideran hoy causa de la aparición de diversas enfermedades degenerativas.
Hay que añadir a ese respecto que resulta kafkiano tener que reseñar que ya en 1994 la Food and Drug Administration (FDA) -es decir, la agencia del medicamento norteamericana- aprobó que la compañía Monsanto usara la Hormona Recombinante de Crecimiento Bovino (rBGH) -también conocida como bovine somatotropin o rbST- para aumentar la producción de leche en las vacas entre un 10 y un 25%. Porque según se publicó en The Ecologist en 1998 "el uso de rBGH incrementa los niveles de otra hormona proteica -el factor de crecimiento 1 tipo insulina (IGF-1)- en la leche de las vacas. Y dado que el IGF-1 es activo en los humanos -causando que las células se dividan- algunos científicos piensan que una ingesta de leche tratada con altos niveles de rBGH podría dar paso a la división y crecimiento incontrolados de células en los humanos. En otras palabras: cáncer".
De hecho son tantos los peligros potenciales de esa hormona que su uso está prohibido actualmente en Canadá y la Unión Europea así como en otros países. La profesora Jane Plant, sobre cuya ilustrativa experiencia personal hablamos en el recuadro adjunto y que es autora del libro Your life in your hands (Tu vida en tus manos), explica en él que el IGF-1 es además especialmente activo durante la pubertad y el embarazo. En el
caso de las niñas púberes -explica- esta hormona estimula el tejido de la mama para que crezca. Y durante el embarazo ensancha los tejidos mamarios y los conductos de la leche materna para favorecer la lactancia. Agregando con rotundidad: "Niveles altos de esta hormona incrementan hasta tres veces el riesgo de padecer cáncer de mama o de próstata por parte de quienes consumen tanto la leche como la carne de las vacas lecheras. Y en contra de la afirmación de que la pasteurización la destruye entiendo que la caseína evita que eso ocurra y que la homogeneización facilita que la IGF-1 alcance el torrente sanguíneo. Asimismo, los propios estrógenos que se añaden a la leche bovina son otro de los factores que estimulan la expresión nociva de esta hormona y que, indirectamente, acaban provocando la aparición de tumores".


TÓXICOS EN LA LECHE
Debemos añadir que la leche puede además estar contaminada por productos químicos, hormonas, antibióticos, pesticidas, pus procedente de las mastitis -tan frecuentes en la vacas ordeñadas permanentemente-, virus, bacterias, priones... Sin olvidar que hoy se "enriquece" tanto la leche como los productos lácteos con aditivos, vitaminas y minerales sintéticos, semillas, plantas, frutas, proteínas, ácidos grasos... En algunos casos, por cierto, con grasa de animales distintos. Con lo que uno puede estar ingiriendo leche de vaca enriquecida con grasa de cerdo... sin saberlo.
¿Y cuáles son las sustancias tóxicas que con más frecuencia puede uno encontrarse en un vaso de leche de vaca, la más consumida? Pues son éstas:
-Metales y plásticos. El equipo utilizado en la explotación ganadera para obtener, conducir o almacenar la leche puede contaminarla. De hecho se ha llegado a detectar en ella hierro, cobre, plomo, cadmio, zinc, etc., o sus aleaciones. Lo que puede provocar una actividad catalítica nefasta sobre las reacciones de oxidación que se producen en ella.
-Detergentes y desinfectantes. Hablamos de formol, ácido bórico, ácido benzoico, sales alcalinas, bicromato potásico, etc., sustancias que se emplean en la limpieza y desinfección del material que se pone en contacto con la leche. Su uso está justificado ya que el agua por sí sola es incapaz de arrastrar los restos de materia orgánica y destruir las bacterias que contaminan las instalaciones y que pueden pasar a la leche.
-Pesticidas y fertilizantes. En la comida que se da a las vacas se pueden encontrar compuestos químicos con los que se ha procurado tanto el incremento de las cosechas como su mejor conservación. En este grupo se incluyen acaricidas, nematicidas, fungicidas, rodenticidas y herbicidas. Compuestos químicos -DDT, dieldrin, lindano, metoxiclor, malation, aldrín, etc.- que pueden ocasionar cáncer.
-Micotoxinas. Procedentes del alimento que se da a las vacas cuando éste está contaminado por mohos, muy especialmente por el aspergillus flavus.

-Antibióticos y otros fármacos. Actualmente se emplean de forma habitual en el tratamiento y prevención de las enfermedades infecciosas y parasitarias de las vacas pero pueden pasar a la leche contaminándola. Un problema que se agrava al saber que el uso excesivo y continuado de estos fármacos en animales ha acabado provocando que determinadas cepas de gérmenes patógenos se hayan hecho resistentes y al pasar a los humanos éstos encuentren dificultades para superar la enfermedad con antibióticos.
Por eso es peligroso el consumo de leche extraída de vacas así tratadas. Ya en 1976 el diario Daily Herd Management publicaba que "la mayoría de las fábricas [de leche] usan cerca de 60 clases de tratamientos químicos [antibióticos] para tratar la hinchazón de pezón después de cada ordeñada y para reducir la propagación de mastitis (inflamación de ubres) en sus rebaños. Hay evidencia de que algunas de esas zambullidas químicas dejan residuos en la leche que pueden ser peligrosos para los humanos".
Diez años después todo seguía igual y el prestigioso The New York Times afirmaba que "los residuos de antibióticos en la leche están causando reacciones alérgicas en algunas personas debido a tratamientos rutinarios para prevenir la hinchazón de los pezones de las vacas y programas de infusión en las fábricas lecheras."

-Contaminación radioactiva. Es otro de los problemas que preocupan en la actualidad y si bien los residuos producidos por el uso específico de la energía nuclear no ocasionan problemas más que en raras ocasiones es necesario prestar atención.

-Dioxinas. Estos derivados del cloro merecen atención especial. Además de estar relacionados con el cáncer de pulmón y los linfomas la exposición a las dioxinas se ha relacionado con la diabetes, los problemas de desarrollo del niño y diversos desarreglos del sistema inmune.


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